miércoles, 30 de enero de 2013

(1974) La maldición de los siete cadáveres

La maldición de los siete cadáveres es una película estadounidense filmada en 1974 y cuyo título original es "The house of seven corpses".

La historia es una "metapelícula", es decir, una película de cómo se hace una película. Efectivamente, nos situamos en una antigua casa victoriana en mitad de ningún sitio. En la mansión han tenido lugar las muertes, todas en extrañas circunstancias, de sus últimos siete dueños que precisamente yacen en un pequeño cementerio cercano a la casa. En aquel peculiar lugar un malhumorado director se encuentra filmando una película de terror basada precisamente en uno de los últimos dramas vividos en aquella casa.

Durante gran parte de la narración se nos exponen los roces, las debilidades y las personalidades de actores y director en los numerosos contratiempos que tienen que salvar para intentar terminar aquel trabajo. Aunque el encargado de la mansión (John Carradine) les alerta de que cosas extrañas están ocurriendo, el director no duda en quedarse en la casa para terminar la grabación. Precisamente para ambiertarla mejor, uno de los actores propone utilizar en las escenas un libro que encuentra por allí, el "Libro tibetano de los muertos".

Total, que tras sus idas y venidas personales, pues que leen más de la cuenta en unas escenas de ficción y provocan que un muerto del cementerio salga de su tumba en la realidad. Finalmente todos los integrantes de aquella película terminan sucumbiendo al cruel destino, a manos del zombi y un actor por accidente, pareciendo así cerrar el círculo de una sangrienta maldición.

"La maldición de los siete cadáveres" es un título bastante poco conocido por aquí, con un desarrollo lentísimo donde apenas sucede nada relevante, mantiene por momentos bien la expectación, pero la verdad es que en otros pueda acabar por desesperar o aburrir. La acción, incluyendo al zombi -considerado como fantasma por algunos aunque no sé bien por qué- que parece levantarse por la brujería, tarda muchísimo en llegar, una hora ni más ni menos que de filmación.

Pues eso, reitero que tiene escenas interminables. Por otro lado también tiene algunos detalles, bajo mi humilde visión, incomprensibles, como qué es lo que parte al gato de la protagonista por la mitad y el tema de caerse en un boquete de una tumba como humano y salir de él como zombi.

Pero bueno, también tiene una buena ambientación y un estilo muy setentero, tranquilita, pero no me disgusta esa estética, una buena prueba de cómo hacer una historia más o menos aceptable con diez actores y una sola localización.

En definitiva, una película recomendada para los aficionados a las películas de terror setentera, una grabación lenta pero con final entretenido, con una buena fotografía, banda sonora repetitiva y un zombi por ahí enmedio en plan vengativo.

Comienzo:


Valoración:

No hay comentarios:

Publicar un comentario