domingo, 18 de noviembre de 2012

(1972) La noche del terror ciego

La noche del terror ciego es una producción hispano-lusa de 1972 (también fechada en 1971) dirigida por el director gallego Amando de Ossorio y que es el comienzo de la conocida como "saga de los templarios" o "saga de los templarios ciegos" que tanto reconocimiento, sobre todo internacional, le aportó al director español. En inglés se le conoce como "Tombs of the blind dead" y está basada en relatos de Gustavo Adolfo Bécquer.

La película comienza con dos amigas de la infancia que deciden hacer un viaje al campo con el amigo de una de ellas. Durante el trayecto en un tren de vapor, una de las amigas se siente despechada porque el hombre quiere ligar con la otra, así que no se le ocurre otra cosa que tirarse del tren en movimiento (menos mal que iba a unos 5 km/h) y dirigirse hacia un poblado que había divisado en el horizonte. La pareja que sigue en el tren continúa el viaje hasta el hotel.

La muchacha que saltó se dirige hacia lo que es realmente un pueblo medieval abandonado. Se mete en una de sus construcciones e intenta dormir. No obstante, con la llegada de la oscuridad los muertos salen de las tumbas del pueblo, unos esqueletos con atuendos de caballeros que van tras a la joven lentamente, aunque al huir ésta, cogen sus caballos (totalmente vivos, por cierto) para perseguirla, capturarla y matarla.

A la mañana siguiente, los amigos de la víctima cogen dos caballos y van a a visitar el pueblo abandonado, lugar donde encuentran a la policía y les comunica que su amiga ha sido asesinada. Nuestra pareja de protagonistas se propone llegar hasta el final del asunto, para lo que se dirigen hacia un especialista medieval para que les dé información, un historiador cuyo hijo contrabandista, precisamente, es el mayor sospechoso para la policía.

Paralelamente, la muchacha que fue asesinada ha despertado en el depósito de cadáveres y ha matado a mordiscos al encargado. Posteriormente se dirige hacia el taller de su amiga, donde una trabajadora logra plantarle cara y la zombi termina abrasada en el fuego.

Siguiendo la historia de nuestra pareja, van a pedirle ayuda al contrabandista sospechoso para que pase con ellos una noche en el pueblo abandonado y descubrir, por el bien de todos, el misterio del asesinato de su amiga. Así lo hacen, y entre ligoteos y violaciones, son de nuevo testigo de cómo estos caballeros se levantan de las tumbas y acaban con todos a espadazos. Finalmente, solo la amiga de la fallecida sobrevive y logra montarse en el tren de vapor que pasaba por allí, sin embargo, los caballeros muertos la han seguido y se meten también en el tren para matar a todos los pasajeros. La película termina con el tren llegando a la estación y un grito y una mano de esqueleto que es, precisamente, la misma imagen que aparece nada más comenzar la película.

"La noche del terror ciego" es una película considerada de culto y una muy interesante muestra del cine de terror de principios de los setenta en España, aunque realmente el principal reconocimiento por esta grabación le llegaría a su director desde tierras extranjeras. Una historia simple pero resultona, unos caballeros (claramente templarios, aunque no se les denomina como tal) que abandonan sus tumbas para continuar con sus rituales, una atmósfera conseguida y un desarrollo que logra mantener la expectación del espectador.

Los caballeros -o templarios- lograron la inmortalidad por el conocimiento de la magia negra y las artes satánicas que aprendieron de Oriente. En vida, los condenaron a muerte y los cuervos les arrancaron los ojos (de hecho, en teoría son ciegos). Ahora, continuarán sembrando el terror con nuevos sacrificios humanos. Estos muertos, extremadamente lentos, aunque montan a caballo y utilizan hábilmente la espada, no solo aparecen como si de fantasma se tratasen, sino que, como vemos, hacen que una de sus víctimas reviva como un zombi deseoso de matar, aunque en este caso parece más una anécdota que la regla, pues solo pasa con la primera joven asesinada.

En definitiva, una buena película, recomendable de visionar sin perder la perspectiva de la época y los medios. A pesar de sus evidentes fallos, incoherencias y los efectos cutres con más voluntad que técnica, se trata de un clásico poco reconocido, al que muchos consideran imprescindible en cualquier colección de zombis. Una filmación de la que tampoco tendríamos que tener elevadas expectativas, pero que sin duda nos hará pasar un buen rato con su bien llevada tensión setentera.

Película completa:


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