Un extraño personaje contrata a un grupo de mercenarios en un bar de Europa del Este. Estos merceranios, cada uno de una parte del mundo, deberán protegerlo en una misión secreta en aquel lugar. El grupo de protagonistas se interna en un bosque y llega hasta un búnker aparentemente abandonado. Se trata de un antiguo búnker nazi donde, al parecer, se realizaban experimentos para lograr super soldados alemanes.
Muy pronto se darán cuenta de que no están solos allí. Misteriosos sucesos se acontecen entre momentos de auténtica tensión en una atmósfera oscura e inquietante. Después de un buen rato, descubrimos a lo que realmente se enfrentan: a un grupo de muertos vivientes del ejército nazi que además de muchas ganas de matar, poseen cualidades sobrenaturales que les hacen prácticamente invencibles.
De las antiguas películas que se encuentran en el búnker, podemos saber que se le inyectaba alguna sustancia a soldados voluntarios para luego pegarles un tiro en la cabeza -suponemos porque la cosa no salió del todo bien-. Además, existe una máquina, que todavía se encuentra allí, que según parece sirve para controlar a estos asesinos del más allá, y en esta máquina precisamente residirán las pocas posibilidades de vencerlos que tienen los supervivientes del grupo de mercenarios.
Finalmente, logran activar la máquina en pleno ataque nocturno de estos sanguinarios nazis. Cuando parece que la situación queda controlada, la máquina falla y los muertos vuelven de nuevo a la vida para terminar su misión. La película concluirá con un grupo de refuerzos llegando a la zona.
"Outpost" es una película que destaca por sus momentos de tensión, por ser una historia claustrofóbica, con algunos sobresaltos y unos nazis convertidos en espeluznantes máquinas de matar. Lo peor, un comienzo algo lengo, una acción que tarda en llegar y esa sensación de que quizá con algo más de presupuesto pudiera haber sido una gran película.
La historia mantiene en todo momento cierto interés, aunque parece que se intenta estirar demasiado la expectación del apogeo de la película. Los efectos especiales son bastante aceptables y los actores realizan un trabajo digno dentro de un elenco bien seleccionado.
En el tema de estos peculiares muertos vivientes existe algo de polémica, ya que, aunque por momentos se presentan como perfectamente corpóreos y reales, aparecen y desaparecen como si fueran fantasmas, algo que, unido a que parecen ser indestructibles ha hecho llegar a dudar si realmente se tratan de una mezcla entre zombis y entes maléficos. Parece que estos aspectos quedan más atados en la segunda entrega de la trilogía prevista realizada en 2012.
En definitiva, una película interesante, oscura, de terror, con una inquietante puesta en escena que explota, una vez más, el tema de los experimentos nazis para crear a seres inmortales e indestructibles. Recomendable para pasar algunos ratos de auténtico miedo entre atípicos muertos vivientes del Tercer Reich con muchas ganas de usar sus oxidadas armas contra todo ser que se le pase por delante.
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