lunes, 4 de junio de 2012

(2004) Carne muerta

Carne muerta, titulada originalmente "Dead meat" es una película irlandesa de zombis grabada en el año 2004 y cuyo argumento gira en torno a una infección zombi propagada a partir de una extraña variedad del mal de "las vacas locas".

La historia nos sitúa en el corazón de Irlanda, en un paraje rural lleno de interminables praderas y montes. Una joven turista española (encarnada por Marian Araujo) se ve implicada en unos extraños acontecimientos donde personas aparentemente locas están atacando vehementemente a sus vecinos.

La española tendrá la ayuda del joven enterrador local, y juntos emprenderán un accidentado -y muy sangriento- camino hacia la salvación. La historia comienza al atardecer y durará una noche entera. El enterrador le explica a la turista que desde hace unos días se ha expandido una extraña infección provocada por una vaca que se escapó tras haber sido alimentada por otras vacas muertas, por lo tanto el origen en esta ocasión parece ser vírico.

La joven y el enterrador se dirigen en primera instancia a la casa de éste, pero al estar totalmente rodeada deciden huír de allí. Pronto se encontrarán con el entrenador de equipo local, un pueblerino que da muy malas vibraciones y que les ayudará llevándolos en su todoterreno hasta que éste, como no, se termina estropeando en mitad de la noche en una zona totalmente infectada por sanguinarios muertos vivientes comedores de carne humana.

En este lugar perdido de Irlanda, sin poblaciones cercanas y en una noche cerrada, el pequeño grupo de supervivientes se intenta hacer paso ante una horda de zombis con una caracterización basada en caras arcillosas muy setentera. Finalmente, la pareja protagonista logrará ser rescatada por un grupo especial de contención de infecciones, tras una larga noche rodeadas de insaciables muertos vivientes, aunque el recibimiento por las autoridades no será precisamente la que se esperan.

Carne muerta es una película de bajo presupuesto, humilde, pero bastante fiel a lo que son los estereotipos del género zombi moderno. No deja de recordar, básicamente por sus paisajes, a la película de 1974 "No profanar el sueño de los muertos" también salpicado de solitarias carreteras en medio de un infinito paraje natural.

Quizá la mayor intención del film sea el de provocar situaciones de angustia y terror, ya que la trama en general es bastante inexistente más allá de las lógicas ganas de escapar de esta apocalíptica situación. La fotografía es buena, aunque no tanto su caracterización y coherencia en una desconcertante definición de los propios zombis.

En definitiva, una película de zombis correcta, basada en un argumento extraído de la actualidad del momento, con sus momentos de tensión y una incansable y sangrienta huída entre docenas de hambrientos muertos revividos. No obstante, es una película que no puede disimular su carácter amateur y que tampoco aporta nada trascendente al imaginario de las películas de zombis.

Trailer:


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