miércoles, 27 de junio de 2012

(1977) Ondas de choque

Ondas de choque es una película estadounidense de zombis nazis submarinos, rodada en 1977 y cuyo título original es "Shock waves". En español también se le conoce con la descriptiva denominación "La isla de los zombies submarinos".

La película comienza por el final, así que evidentemente se le da más importancia a la trama que al propio desenlace. Una chica está flotando en un bote en mitad del océano, cuando es rescatada por un barco y empieza a narrar cómo llegó hasta allí.

En un viaje turísticos, dos parejas y la tripulación del barco en el que van -bastante pequeño y viejo- desembarcan en una extraña y misteriosa isla tras haber sufrido una avería. En la isla, se dirigen hacia el único edificio que se divisa, un antiguo hotel aparentemente abandonado.

No obstante, el hotel tiene a un misterioso y antisocial habitante, un antiguo comandante de la SS alemana encarnado por Peter Cushing. El comandante les explica a los desafortunados viajeros que él y su tropa formaban parte de unas investigaciones especiales de los nazis para crear a supersoldados, investigaciones que no salieron del todo bien, pues los no muertos resultantes eran especialmente violentos y sanguinarios. Les explica también que deben escapar, pues los nazis zombis han despertado y emergen del fondo de las aguas con ganas de matar.

Efectivamente, tal y como es de esperar (y sabiendo desde el principio que solo una joven va a sobrevivir) los turistas, los tripulantes e incluso el viejo comandante comienzan a caer en manos de los no muertos con fatales consecuencias. Finalmente, la chica consigue huir junto con uno de los tripulantes del barco en un pequeño bote, sin embargo, uno de los zombis logra asesinar a última hora al hombre y queda, como sabemos, la chica sola a la deriva en la barca. La película termina con esta chica superviviente en un psiquiátrico con evidentes signos de locura.

"Ondas de choque" es una película bastante entretenida, a pesar de ser algo predecible por momentos. Se explota el recurrente filón de los muertos vivientes nazis que unen lo cabrón del zombi con lo cabrón del nazi. En esta película los zombis tienen una apariencia bastante peculiar, con una grandes gafas negras que son, precisamente, su punto débil, ya que parecen ser altamente fotosensibles y el sol puede matarlos si se les quitan las mencionadas gafas.

En definitiva, una grabación clásica de peculiares zombis submarinos que no muerden y que son resultado de la experimentación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Una película que, aunque con sus evidentes limitaciones, no deja de mantener la atención esperando quién y cómo será el próximo asesinato de este ejército mortal. Lo más negativo, quizá, las excesivas y repetitivas escenas de los zombis levantándose y sumergiéndose del agua, se ve que le gustó esa imagen al director.

Trailer (en inglés):


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